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Libros

La Librería de los Escritores

El proceso creativo no entiende de guerras, revoluciones, hambrunas o falta de medios. Por eso, durante los años de Guerra Civil Rusa, exactamente entre 1919 y 1921, un grupo de intelectuales rusos decidió abrir las puertas de su librería a los escritores que desearan ver sus obras en manos de algún lector que pudiera comprarlas. La librería era conocida como la Librería de los Escritores, y estuvo en activo desde 1918 hasta 1922.

9788497168731

La Librería de los Escritores. Un texto escrito por Mikhail Ossorguin. Editorial Centellas. 2014.

El problema de la publicación no era la censura (no existía), sino las dificultades económicas que encontraban los editores y escritores para pagar el papel y la tinta. Fue por ello por lo que la librería optó por aceptar libros que hubiesen sido escritos e ilustrados por los propios autores. En palabras de Mikhail Ossorguin – uno de los fundadores de la librería y encargado de la labor de selección de las ediciones autógrafas, como eran denominadas –: « Esta empresa había empezado un poco como una ocurrencia, como una especie de broma, y luego resultó que estos libros podían hacer vivir a sus autores, y muchos se dedicaron a ellos seriamente. Sacábamos pocas obras, pero las vendíamos muy caras, contando con los aficionados a los autógrafos. De este modo fueron “editados” doscientos cincuenta libros (treinta y tres autores), y se vendieron todos hasta el último».

Fueron años duros y sangrientos, de penuria, hambre y guerra, pero también de sueños y utopías. La inflación del momento provocó que los libros no valieran nada y algunas reliquias literarias fueran intercambiadas por unos cuantos puñados de harina o azúcar. Resulta sobrecogedor y didáctico leer las pequeñas memorias de esta librería, escritas por el propio Ossorguin, porque no solo se ciñen a describir un momento narrado desde múltiples puntos de vista, sino que forman parte del camino de la literatura, en especial de la historia del libro ruso.

Dejando a un lado la importancia que tuvo esta librería en la vida cultural moscovita, es necesario destacar la pasión que sentían sus fundadores por la literatura y los libros. Pavel Muratov, Mikhail Lund, Nikolai Minaiev, Vladislav Khodassevitch, Boris Griftsov, Alexandre Iakovlev, Boris Zaitsev, Nicolas Berdiaiev, Alexei Djivelegov, E. Dilevskaia y Mikhail Ossorguin. Son nombres para la mayoría desconocidos pero cuya actitud es compartida por aquellos que sentimos devoción por la literatura. Poco importaba que fueran anónimos o jóvenes sin experiencia. Lo realmente crucial era el objetivo que se habían propuesto y que cumplieron durante años, hasta que en 1922 tuvieron que cerrar y vender la librería. Cada uno recibió la misma cantidad que había invertido cuatro años atrás: doscientos rublos.

Merece la pena rebuscar por las librerías para dar con un ejemplar de La Librería de los Escritores. Es un texto breve con una historia inolvidable y necesaria.

Acerca de Diego DZ

Madrid, 1988. Físico. En mis ratos libres corro y leo, también escalo y escribo.

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